martes, julio 25, 2006

Prohibición fotográfica.

Esto me lo encontré hoy en el Milenio:

Desde el siglo XIX tomar fotos de los lugares que se visitan es una tradición, y obligación, para todo viajero. La imagen retratada es el trofeo turístico por excelencia. ¿Quién no se siente obligado a reproducir la misma imagen frente a Machupicchu o las pirámides de Gizeh? Nadie se retrae de sostener la Torre de Pisa con una sobreposición de personajes que den esa impresión.

Aún más: en los últimos años la tecnología abarató los costos de reproducción de imágenes al lanzar al mercado cámaras digitales. Hasta con los teléfonos celulares se pueden obtener fotos y reproducirlas con más o menos calidad. En un entorno en donde la imagen nos abruma y cobija, se reproduce y consume, se abarata y viaja por internet, algunas instituciones prohíben en sus instalaciones el uso de las cámaras fotográficas para el fin que sea.

Es ya muy sonado el caso del Centro Nacional de las Artes, donde cualquier visitante puede ser interceptado por un guardia al tomar una fotografía de su familia frente a la inoperante arquitectura del lugar. Aunque se puede hacer ese acto ilegal y transgresor escondiéndose o esperando a que la autoridad se distraiga.

En algunos museos del INBA pasa lo mismo, sólo que con el pago de una cuota se puede hacer uso de la cámara indiscriminadamente, sin flash claro está. En el Centro de la Imagen los investigadores, estudiantes o periodistas tienen que pedir un permiso especial, de lunes a viernes se puede solicitar. Ni el ingenuo turista, ni el estudiante, ni los investigadores pueden “robar” la imagen de un cuadro o un edificio. Para obtener una buena imagen de estos entornos, las autoridades deberían saber que se necesitan instrumentos profesionales, un permiso y pagar derechos pues regularmente esas fotos son para publicarse. Pero aquel que se quiere llevar un recuerdo o desea tener en su computadora una imagen que le conmovió, ese no puede. Ya lo que vemos en ciertos lugares que calificamos de artísticos no nos pertenece, sólo es para ser contemplado. Si los queremos en casa hay que pagar.
ekimim@yahoo.com.mx

México, D.F. - Martes 25 de Julio de 2006
Edgardo Ganado Kim